viernes, 21 de agosto de 2015

El método Tuchel

El nuevo entrenador del Borusia Dortmund y su metodo


Por Juan Manuel Sara 





Llama la atención leer entrevistas a los principales emblemas del Borussia Dortmund que han coqueteado con un traspaso este verano –Hummels, Reus o Weidenfeller – y que todos señalen a Thomas Tuchel como uno de los principales responsables de su adhesión al proyecto. Y no porque haya tenido profundas conversaciones con ellos para convencerles, ni siquiera porque identifiquen en él una perspectiva de ganar títulos -más allá de su reputación en el país, sólo ha entrenado al Mainz como profesional – sino por un método revolucionario que supone todo un estímulo a la hora de ir entrenar. El método Tuchel.

Cuenta Die Zeit que, durante el stage realizado en Suiza, Matts se quedó flipando cuando su entrenador le pidió que jugara el partidillo organizado agarrando un objeto en ambas manos. “Para que te acostumbres a no agarrar al contrario”, le dijo. Los entrenamientos con él superan cualquier convencionalismo. El ex del Mainz, formado en Administración de Empresas, con pasado como camarero y que sacó la mejor nota de Alemania en el curso de entrenador, es un firme convencido de que cualquier conocimiento adquirido en otra materia se puede aprovechar en su campo. Watzke, el director financiero del club, confirmó el otro día que Tuchel les ha pedido organizar un entrenamiento conjunto junto al Alba de Berlín de baloncesto. Y que se va a llevar a cabo.
Publica el mismo Die Zeit que Subotic se mostraba escéptico tras las primeras tomas de contacto con su nuevo entrenador. “¿Qué tiene esto que ver con el fútbol?”, se preguntaba. Se trata de darle a los jugadores lo que él llama nuevos “esquemas de pensamiento”. Frente a los que apuestan por la continua repetición de secuencias una y otra vez para evitar errores, Thomas apuesta por la diferenciación y el error. Es un enamorado del error. Quiere que sus jugadores se equivoquen una y otra vez, para que afilen su toma de decisiones y aprendan a pensar sobre el campo. En el vestuario del Mainz mandó colgar la famosa frase de Michael Jordan: “He fallado más de 9000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 juegos. 26 veces han confiado en mi para tomar el tiro que ganaba el juego y lo he fallado. He fracasado una y otra vez en mi vida y eso es por lo que tengo éxito.”
Cuenta Wolfgang Schöllhorn, profesor de Ciencias del Deporte en la universidad de Mainz y considerado el maestro de Thomas, que juntos hicieron un experimento: un grupo de estudiantes (A) tenía que controlar obligatoriamente el balón con el pie, como mandan los manuales, mientras que al otro grupo (B) se le permitía controlar el balón con cualquier superficie: rabadilla, rodilla o tobillo estaban permitidos. Tras horas de prueba, se dieron cuenta de que el grupo B acababa controlando el balón con el pie mejor que el A. Por eso Tuchel no cree en la repetición como método. Cuando aterrizó en el Mainz, harto de que sus jugadores apostaran por el balón en largo al que tan acostumbrados estaban, mandó cortar las esquinas del campo de forma que tuviera forma de diamante y estuvieran obligados a jugar por abajo para llegar a la meta rival. La solución no era repetirles una y otra vez que combinaran, sino obligarles a que ellos mismos tomaran esa decisión.
Como Rangnick, su otro gran maestro, (concidieron en el Stuttgart y se lo intentó llevar al Hoffenheim) también considera la ética como algo esencial dentro de esa forma integral de concebir el entrenamiento. Si Ralf obligaba a sus jugadores a sonreír y pasar tiempo con los niños, Thomas se llevó a sus jugadores del Mainz a una miniconcentración para convivir con ellos tras una racha en la que las cosas no acababan de salir. Se dio cuenta de que los jugadores no se saludaban, de que cada uno llegaba a una hora a comer y que se levantaban de la mesa en cuanto podían. Por supuesto, les dio una charla de una hora para instruirles en la importancia de la ética en la convivencia. O cuando mandó al peluquero a un pupilo suyo cuando entrenaba al juvenil del Augsburgo porque consideraba que así no representaba correctamente a su institución. Así es Tuchel, un revolucionario de la forma de concebir su profesión. Algo de lo que el BVB se aprovechará esta temporada: si el desgaste del día a día, la excesiva rutina y la acomodación al método fueron señalados por el propio Jürgen Klopp como los principales motivos de su marcha, Thomas está haciendo saltar todo por los aires. Empieza una nueva era.
Fuente: http://www.marcadorint.com/

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