martes, 11 de agosto de 2015

Los tres partidos del entrenador


El partido imaginado - Visualización 

El primer partido que se juega es el partido imaginado o deseado. Este partido empieza como cuando entrenador comienzas a pensar en que te gustaría desarrollar con tu equipo para el próximo partido, obviamente teniendo en cuenta muchos factores como:

  • Jugadores disponibles: teniendo en cuenta lesiones, sanciones y jugadores que son seleccionados por una categoría superior.
  • Nivel de rendimiento colectivo: esta relacionado con como se comporta el equipo en relación al modelo de juego, los principios fundamentales de este y las ideas del entrenador.
  • Nivel de rendimiento individual: estado general del jugador teniendo en cuenta  la parte física, mental y técnico-táctica.
  • Partidos anteriores: en función de lo que se  ha hecho mal en los partidos anteriores para mejorarlo y potenciar lo que se ha hecho bien. 
  • Nivel de competencia: como es capaz el equipo de actuar ante la presión de la competición y del resultado, si se sabe lo que tiene que hacer cuando lo tiene que hacer, y que jugadores son los competentes para desarrollar las tareas que se asignan en función de sus capacidades. 
  • Aspectos relativos al rival: las condiciones que impone el rival por su juego o jugadores y que modifican la estrategia del equipo. 
Una vez que todos estos factores son analizados y se seleccionan las acciones que se incorporan a nuestros entrenamientos, empezamos a imaginar como sera el partido que nos encontraremos, que problemas podremos tener y como los solucionaríamos, en que detalles tengo que estar atento para que no me causen sorpresa o para que el partido transcurra por el camino deseado. Como sera la charla previa al partido y en que aspectos incidiré. Cual seria mi alineación inicial y cuales serian los posibles cambios previstos. Que modificaciones realizaría en caso de ir ganando, perdiendo o empatando. Como jugaría en caso de quedarme en inferioridad numérica o si tuviera superioridad. 

La noche antes del  partido es el momento ideal para jugar ese partido que llevamos imaginando durante toda la semana y ver como se engranan todos los mecanismos que hemos diseñados  y trabajado. Desde una perspectiva neurológica, visualizar una acción es lo mismo que realizarla, y en el caso de los entrenadores, visualizar el desarrollo del partido imaginado con una actitud positiva, te hará persivir las situaciones con mayor rapidez, así como estar predispuesto a encontrar soluciones eficientes a los problemas, ya que los habrás vivido de forma simulada.

El partido vivido - Ejecución

Llegados al partido, al que tener la seguridad, confianza y tranquilidad para ir dando los pasos según se programaron mentalmente. El momento de llegar a la cancha es ideal para repasar los detalles y verificar que los jugadores lleguen con la adecuada activación. Durante la charla previa al partido, que ya habíamos reproducido mentalmente (de la que podemos tener notas para no olvidarnos de nada), tendremos que recordarle a los jugadores cuales fueron los puntos importantes sobre los que se trabajo durante la semana y sobre los que tendremos que incidir en el partido, intentando darles la confianza suficiente que les permita salir concentrados y focalizando la importancia de saber que hacer en cada momento. 
Durante el partido, los hechos se irán sucediendo y tendremos que evaluar si el mismo esta transcurriendo por los causes programados o si, por el contrario, existe algún tipo de desfase. No obstante, habrá que tener la autonomía necesaria para reducir aquellos aspectos que no sigan el guion programado, ya que la visualización es una ayuda, no una respuesta. No por el mero hecho de visualizar lo que quiero que ocurra va a ocurrir, pero en gran medida y cuando se adquiere un nivel experto, las tendencias suelen acercarse mucho a lo programado. 
Ante cualquiera de las circunstancias previstas previamente sabremos siempre como actuar, no nos tomara por sorpresa, y sabremos que es la mejor decisión porque la hemos reflexionado, no es una idea improvisada que suele valorarse mucho y que suele denominarse "leer el partido". No estoy en contra de ello, pero me parece que es necesario leer el partido cuando hay que tomar decisiones diferentes a la que ya habíamos preparado, porque estar improvisando constantemente, en el mayor numero de las ocasiones, sera un fracaso.
El partido vivido, mientras se desarrolla, suele ser un cumulo de situaciones imprevistas. Muchas veces, tanto a los jugadores como a los entrenadores, nos pasa que una vez que termina el partido no somos capaces de saber que ha pasado. Tenemos algunas nociones, nuestras ideas, pero es totalmente subjetivo ya que la complejidad de las interacciones de los deportistas es tan amplia, que necesitaremos algo mas. Y aunque estamos hablando en este momento de dirección de equipos, no cabe dudas de que el proceso no puede ni debe quedarse ahí. Necesitamos jugar otro partido. 

El partido real - Análisis 

Hoy día parece que este partido también empieza a jugarse en la mayor parte de las casas de los entrenadores y es el mismo partido vivido pero desde una perspectiva objetiva. Es el momento en el que podemos desgranar lo sucedido a través del análisis. Ya son muchos los entrenadores que gracias a las nuevas tecnologías graban sus partidos y analizan el juego para extraer información sobre el desarrollo de los principios tácticos, la eficacia de las acciones a balón parado, las fortalezas y las debilidades del juego, etc., y si no lo hacen los entrenadores, lo harán los analistas, que es una nueva figura que ha nacido en el deporte y que es interesante en función del nivel y/o las necesidades del equipo.
La información extraída servirá como pitido inicial del nuevo partido imaginado, el de la siguiente fecha, en el que de nuevo valoraremos los aspectos comentados anteriormente para empezar de nuevo el ciclo. 


En definitiva, tener presente estos tres partidos dotara a los entrenadores de recursos para interpretar lo que esta sucediendo en su proceso de enseñanza y tomar las decisiones correctas para que siga alineado con los objetivos propuestos. Ademas, el entrenador favorece la imagen que sus jugadores tienen de el, mejorando su relación, afianzando su compromiso y dotándolo de un mayor liderazgo. 
Es un proceso flexible, ya que cada uno lo adoptara a su contexto especifico, dándole su particular visión, por lo que es totalmente adaptable a cualquier equipo de cualquier categoría, destinando mas o menos recursos en función de las capacidades, maduración y evolución de sus jugadores. 


Por Víctor Jose Borrego Jimenez  / www.fiebrefutbol.es 



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